jueves, 9 de julio de 2015

2 MARCOS DE 5 MARCOS

MARCO 1:
 Eran las 9am. En la ciudad de La Plata. Una típica mañana de invierno con un frío abrumador que me sacaba las ganas de ir a conseguir trabajo.
 Llegué a la oficina y lo primero que vi fue una chica apilando y acomodando papeles. Se vestía con una pollera tubo ajustada, una pequeña blusa escotada y anteojos que suponían su “sabiduría”.
Me acerqué a hablarle para preguntarle donde tenía mi entrevista y ella me contestó, jugando con la lapicera en su boca, que el jefe me esperaba en la sala 4.
Al ingresar a la sala, el director de la industria me observaba con aire de superioridad. Lucía un traje de diseñador negro, una corbata larga azul a cuadrillé y unos zapatos caros muy lustrados.
A pesar del portarretrato de su familia, se notaba que trataba muy bien a su secretaria. Le presenté el curriculum y noté que él se detuvo. Me miró con un sonrisa sarcástica y me dijo que vio muchas faltas de ortografía, se le dificultaba leerlo. Yo me incomodé y me empezó a preguntar sobre mis estudios. Me puse nervioso, ya que no había terminado la secundaria y partes del curriculum eran falsas. Al darse cuenta me pidió que me retire del lugar y me dio a entender que  no iba a obtener dicho trabajo. Salí a la sala de espera y me dirigí al escritorio de la secretaria. Hablando la invité a tomar un café y ella aceptó mi invitación.
Cuando estábamos en el bar, le pedí que convenciera a su jefe, ya que noté que tenían mucha confianza, de que él me diera una segunda oportunidad. A la semana siguiente, me llegó una carta. Era de la empresa. Me notificaba que había conseguido el empleo. No era el trabajo que yo mas deseaba, y no me pagaban muy bien, pero era suficiente para pagar la renta.

Yo sabia que para conseguir un puesto más alto, tenía que recompensar diariamente a la secretaria.  

MARCO 2: 
Me pasaría a buscar en carruaje. Tenía que lucir más hermosa que nunca. Mi sirvienta me ayudaría a peinarme y mi madre a elegir el vestido. Tal vez, sino lucía bien para él, no le gustaría como esposa. Edward era tan especial: su cabello oscuro y brilloso, su perfume que recuerdo todo el tiempo, su voz. Al oírla me sonrojaba , era hermoso y casi perfecto.
   El vestido que elegí con mi madre era justo para la ocasión. Color crema y los tacones blancos (que hasta me encandilaba), y me maquilló más hermosa que nunca.
Antes de irme, vino mi hermana a casa. Quería desearme suerte con mi prometido. Ella tenía más experiencia porque estaba casada hace diez años, era muy exitosa y aclamado por su trabajo como escritora.
 La sirvienta le abrió la puerta a Edward y entró a la sala. Me despedí de mi madre, mi hermana y la sirvienta . Nos dirigíamos a un lugar que solo él conocía, a la luz de la luna, muy romántico. Cuando estábamos llegando, el carruaje se averió. Mi prometido se bajó y se dio cuenta que la única solución de llegar al lugar para que no se arruinara por completo la velada, era ir  en caballo. Me monté por primera vez al animal, lo que resultó muy incómodo  con mi vestido. A pesar de todas las dificultades, logramos pasar una gran noche.

3 comentarios:

  1. cumplen con la consigna, igualmente las tramas me parecen un poco infantiles o la manera en que los siguieron.

    ResponderEliminar
  2. Creo que es dificil ver el principio de la consigna (secuencia)

    ResponderEliminar
  3. awwwww a mi me gustaron mucho los 2 textos, pero me gusto mas el 2 do, en lo personal; y para mi cumplen con la consigna

    ResponderEliminar